viernes, 11 de julio de 2008

ya estoy escribiendo en el otro blog

http://novela-fa.blogspot.com/


trataré de escribir más seguido!

domingo, 22 de junio de 2008

La había visto desde el principio. Cruzó la pierna generosamente dejando lo suficiente a la vista. Todos sabían que era peligroso mirar siquiera de reojo aquella piel que se exponía para mí, pero no pude evitar contemplar su piel acanelada por el sol de esta ciudad. Entonces, trate de hacer otra cosa, quitar el papel dorado de la cerveza oscura de una marca alemana que no sé pronunciar y mostrarme un poco sin interés, mostrando mi parte inocente, digamos, ser una persona de pocos instintos carnales, pero dejando siempre la posibilidad a lo que pueda pasar. Aun así, creo que por más intentos de aguantar las ganas, me andaba calentando un poco, y cuando sucedía eso, le daba un trago brusco a la cerveza impronunciable. Ella se acomodó el cabello de tal modo que dejó descubierto la línea del escote, y qué línea, no me hubiera dado cuenta del verdadero tamaño de sus senos, grande y extremadamente deseables, de no haberla abrazado tan animosamente casi al final de la reunión. El asunto era que sentía una extraña sensación cuando estaba ahí, poniendo su mano sobre la mesa y me miraba silenciosamente, y yo casi podía saber que algo quería decirme. De pronto dejó el sillón y se recorrió un lugar, y terminó al lado mío, con el mismo escote prolongado que se abría para mí cuando se me acercaba para comenzar la plática.
De dónde eres, soy de esta ciudad y tú, yo soy de la costa y desde hace unos años vivo acá... perdona pero no recuerdo haberte visto-y cruzó lentamente la otra pierna y confirmo que su color es un suave canela- es que casi no ando por estos sitios...soy una persona tímida- levanto mi cerveza para ver si aún le queda algo de frescura para calmar el calor y doy el último trago, la lengua tiene un leve hormigueo, la muevo para sentirla dentro, empiezo a sentir dormidos los brazos- , ya veo...pero déjame decirte que me recuerdas mucho a una persona muy querida de mi ciudad... ¿sabes? no es por el color de piel... tiene que ver un poco con la forma de la cara...los pómulos ligeramente amplios y la voz gruesa y afelpada que tienes, ¿de verdad lo crees? Vaya mujer... no sé que decirte...nunca me habían hecho unhalago de esa forma...así que gracias creo, ¿de verdad? me gusta mucho la forma de tu cara y...-la interrumpí para mostrar un poco de interés- vienes con tu... -un silencio para que me confirme que viene acompañada- es mi pareja - se recarga en el respaldo de la silla y el mesero trae un caballito de tequila que ella bebe de dos tragos, dejando sobre el vidrio la marca de sus labios en tono vino- veo el vaso y me parece excitante que tenga una boca amplia y un poco carnosa, la veo pasando la lengua sobre sus labios y aprieto mis piernas ligeramente porque empiezo a sentir la humedad poblando mi sexo- Vaya que hace calor-comienzo la plática de nuevo pero un silencio de esos incómodos se pone entre nuestras miradas que a esa hora no pueden disimular ya nada- ¿y eres feliz?- ella me clava la mirada, baja los ojos hasta verme de pies a cabeza, voltea hacia otro lado, queriendo ver distraídamente la televisión y sus videos de futbol y suspira de forma casi imperseptible, dudo un poco, palmeo con suavidad sus manos para disculparme del mal rato y me dirigo al baño después de 6 cervezas. El baño es un cuarto con apenas dos tazas completas, una barra ancha donde está un lavamanos. Me miro la cara en el espejo y me parece la mirada brillante, y creo que ella no mintió cuando hablaba de que mi cara es agradable. Entro al baño y un hedor de orines baña el piso. El cesto lleno de papeles y toallas femeninas mal acomodadas. Ya nada me daba asco. Tardé algunos minutos, tenía mucha orina y no dejaba de salir. Creo que había bebido demasiado. Al salir me sorpendo toparmela de frente, ella está de espalda a la puerta. Nos miramos quizá por dos segundos, y ella da unos pasos tímidos hacia atrás. Cierra la puerta con sus manos en la espalda, sin perderme de vista. No hay nadie le digo y camino hacia ella. Es ligeramente más alta que yo y oigo el click del seguro de la puerta. Siento humedecerme al estar cerca de ella, y me abraza y siento sus senos grandes sobre los míos y tengo que abrazarla y mis manos suben y bajan amorosamente desde su cabeza hasta el principio de sus nalgas, ella se aprieta más fuerte y siento que sus manos se meten debajo de mi sueter, y algo me dice al oído que no entiendo bien porque siento un escalofrío recorriendome al sentir su aliento caliente sobre mi oreja, y la tomo de la cintura y miro su cara sonrojada y sus ojos delineados de color negro, veo su boca carnosa cerca de mi con menos color, y observo que en realidad no tiene la boca tan grande (...)

jueves, 20 de marzo de 2008

Ejercicio de épica

Contar la historia de un accidente o asesinato (solo acciones y acciones), sin lírica ni dramática.

Llevaba un mes planeando esta ocasión. Estaba feliz de poner en práctica lo aprendido en la escuela forense. Por eso esperó a que llegara su novio, ebrio como todos los viernes, puntual a las 3 de la mañana. Esperó a que cayera dormido en el sofá y entonces le pegó con un sartén de teflón. Lo arrastró por el piso de mármol. Lo metió en un bote repleto de ácido. Cerró el bote y esperó hasta la tarde siguiente. Y cuando terminó de lavar, abrió el agua del lavadero y vertío todo el liquido maloliente al drenaje. Sí. Ahora podría confirmar su teoría del crimen perfecto. El maestro le tenía que haber puesto 10.

Ejercicio de guiones

Hacer un diálogo con dos personajes que cuente una historia. (uso de guión largo)

Creo que estoy embarazada Alicia pareció decir la verdad. Te juro que esta vez si me cuidé. Si yo fuera la de antes ni te vengo a ver.

¿Y qué quieres que yo haga? la miré como quien mira algo que ya no puede dar lástima. Me dejaste por un hombre Alicia.

Pues nada. Sólo quería avisarte, porque me importas Elena bajó la mirada y sujetó el uniformde la escuela entre sus dedos, sólo quería que lo supieras y se fue corriendo por las escaleras de mi edificio. Unos días después la volvía a ver, estaba en la sección de Nota Roja del periódico.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Ejercicio 3

Ejercicio 3: (Sobre la dramática) Hacer un diálogo con un personaje asignado (niño), en donde se cuente una historia sin caer en diálogos vanales... (6 líneas para cada personaje)


Niño: sí... pero por qué no lo puedo abrir
Mujer: Cállate niño, qué no ves que te está viendo el azul, además tú pa'qué quieres
Niño: sí... pero puedo abrir no'mas una
Mujer: No la vayas a abrir hasta que la entreges
Niño: ¿y luego me llevas al parque?
Mujer: Si al Negro le gusta el encargo hasta te compro un helado, pero ya cállate
Niño: ¿y si no le gusta? ¿otra vez no vas a regresar a la casa? ¿me vas a dejar solito?
Mujer: ¿Cómo no le va a gustar si la mandan desde Colombia? Además, ésta es para que la pruebe... y ya luego vemos que hacemos... y si no te callas te voy a dejar aquí y a ver quién te quiere cuidar. ¿oíste? Dije que si me oíste
Niño: ...sí...
Mujer: Más te vale, y ya deja en paz la bolsa. Mira, cuando seas grande vas a entender de qué se trata este trabajito y ...
Niño: Siempre me dices lo mismo... yo ya quiero ser grande ¿cuándo voy a ser grande?
Mujer: Cállate...Esas cosas no se desean...

Ejercicio 2

Ejercicio 2: (Algo sobre la Lírica)Escribir un poema de 10 líneas que hable de uno de los grandes temas (vida, muerte, amor) -adivinen de qué es éste-

Algo está germinando dentro
una hiedra me recorre desde el vientre
para llenar de luz mi cuerpo
Algo está brotando
algo está extendiendo sus ramas hasta mi corazón
y es la misma luz que gira y me seduce
Qué solos estamos mi niño
y qué fuerte es la luz que me convidas
Qué luz dulcísima eres mi niño
qué luz tan triste estás cantando para mí

Ejercicio 1

Ejercicio 1 del Taller de Novela: Hacer una biografía de una compañera de clase, tratando de decir lo más que se pueda de ella sólo observando _ _!


Supieron que se llamaría Lucía el día que abrió sus ojos a la luz, tras una larga espera dentro de una incubadora en el hospital. Quizá el nombre de María le hubiera despertado menos dudas años después. Y casi a sus 20 años, luego de una búsqueda necesaria entre libros de novelas rosas y comedias románticas gringas, había decidido aceptar todo lo que cabía en su nombre. Aceptar, por ejemplo, que Lucía era parte de que le gustara pararse bajo un techo y ver la lluvía deslizandose torpemente sobre los vidrios tibios, que era necesario llamarse así para poder ver desde los ojos oscuros de Lucía. Y que debía de ser una gran bendición (o algo parecido) caer por casualidad esta tarde entre otros extraños que se sentían tan bien siendo otros, y que se miraran a la cara y luego la escondieran entre el cabello suelto, y escribieran algo más sobre otra Lucía que quizá se sonrojaría como ella porque otra Lucía sin edad y sin nada la trataba de encerrar de a trocitos en una hoja en blanco, y que tal vez nunca sabrían que a ella no le gustan los tennis de colores amargos, y tampoco sabrían que tardo toda la semana en decdirse para tratar de vencer el miedo de comenzar de nuevo. Lucía siempre dudando. Y ella que creía que nadie se daría cuenta de la forma en que escribía sobre la libreta nueva, donde empezaba a escribir una parte de su vida, quizá con el nombre de otra Lucía.